
NUESTRO
MINISTERIO
El objetivo principal de esta página web es que sea un instrumento que permita dar a conocer el Ministerio Soplando Brisas de Vida, su misión y visión; que sea una herramienta de fácil acceso para acompañar y conocer la obra de JESÚS a través del Ministerio, desde cualquier parte del mundo, y a la vez permita unirse a esta causa; que celebre Palabra de Dios y su comunión diaria y semanal, en el nombre de JESÚS.

Objetivo complementario
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Difundir la PALABRA de DIOS a través de todos los medios de comunicación existentes.
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Financiar el alimento de los más necesitados, a través de Ollas Comunes y programas de ayuda con alimentos y bienes de primera necesidad.
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Financiar a misioneros que lleven la PALABRA de DIOS a los lugares donde no llega ninguna otra comunidad cristiana.
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Construcción de templos en lugares donde no los haya.
Objetivos secundarios
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Divulgar la PALABRA de DIOS al poner a disposición los audios de los programas.
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Difundir la información de los programas radiales que transmiten la palabra de Dios producida por este Ministerio.
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Ser un canal para obtener Financiamiento para el programa de Ollas Comunes u otros programas de ayuda con alimentos y bienes de primera necesidad.
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Ser un canal para obtener financiamiento (donaciones económicas) a misioneros que lleven la PALABRA de DIOS a los lugares donde no llega ninguna otra comunidad cristiana.
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MISIÓN:
Que la Compasión de JESUS llegue a las personas que viven en los lugares menos favorecidos económica y espiritualmente del Perú, a través de la apertura y financiamiento de nuevos templos en los que se se comparta la PALABRA de DIOS. Promoviendo la unidad de la Iglesia de Jesucristo.
VISIón:
Que JESUS, la PALABRA de DIOS, llegue al oído de todos los peruanos. Creemos que el Perú es para Cristo.
VALORES:
Compasión, Solidaridad, Transparencia y Humildad.
Todo lo que hacemos, sea de Palabra o de obra lo hacemos en el Nombre de JESUS, basados en esta PALABRA de las escrituras:
Esdras 7:12-25 (RVR1960)
12 Artajerjes rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba erudito en la ley del Dios del cielo: Paz.
13 Por mí es dada orden que todo aquel en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y levitas, que quiera ir contigo a Jerusalén, vaya.
14 Porque de parte del rey y de sus siete consejeros eres enviado a visitar a Judea y a Jerusalén, conforme a la ley de tu Dios que está en tu mano;
15 y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén,
16 y toda la plata y el oro que halles en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes, que voluntariamente ofrecieren para la casa de su Dios, la cual está en Jerusalén.
17 Comprarás, pues, diligentemente con este dinero becerros, carneros y corderos, con sus ofrendas y sus libaciones, y los ofrecerás sobre el altar de la casa de vuestro Dios, la cual está en Jerusalén.
18 Y lo que a ti y a tus hermanos os parezca hacer de la otra plata y oro, hacedlo conforme a la voluntad de vuestro Dios.
19 Los utensilios que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, los restituirás delante de Dios en Jerusalén.
20 Y todo lo que se requiere para la casa de tu Dios, que te sea necesario dar, lo darás de la casa de los tesoros del rey.
21 Y por mí, Artajerjes rey, es dada orden a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prontamente,
22 hasta cien talentos de plata, cien coros de trigo, cien batos de vino, y cien batos de aceite; y sal sin medida.
23 Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?
24 Y a vosotros os hacemos saber que a todos los sacerdotes y levitas, cantores, porteros, sirvientes del templo y ministros de la casa de Dios, ninguno podrá imponerles tributo, contribución ni renta.
25 Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que tienes de tu Dios, pon jueces y gobernadores que gobiernen a todo el pueblo que está al otro lado del río, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y al que no las conoce, le enseñarás.